30/6/10

¿SABES LO QUE ES EL SEMÁFORO NUTRICIONAL?

La mayoría de los consumidores españoles continúa manifestando dudas cuando se enfrenta a la lectura de las etiquetas de los alimentos que compra.
El conocimiento de cuántas calorías contiene una ración de alimento o su proporción para cada cien gramos, por ejemplo, puede resultar de interés para aquellas personas que siguen una dieta y para todas las que desean estar informadas del valor energético de lo que van a comer. Lo mismo podría decirse acerca del contenido de proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas, minerales, fibra u oligoelementos incorporados en el producto.
Del mismo modo, la información nutricional se confunde a menudo con la lista de ingredientes y, en muchos casos, no se sabe cómo interpretar lo que le está diciendo la etiqueta. En buena medida condicionado por la influencia de las campañas de publicidad de las grandes marcas, el consumidor vincula sin demasiado fundamento conceptos de nutrición y de salud.
Nuevas alternativas: el semáforo nutricional
Algunas empresas, concienciadas de la importancia de formar e informar sobre los productos alimenticios que venden o producen, están centrando buena parte de sus esfuerzos en diseñar instrumentos útiles que aporten datos claros, de interés y sencillos a los usuarios. 
Uno de los ejemplos más recientes es el llamado semáforo nutricional. Esta propuesta consiste en la inclusión en el envase del producto de una etiqueta que permite que el consumidor conozca con un simple vistazo la cantidad de calorías y de los cinco principales nutrientes que influyen en la salud del consumidor (azúcar, grasa, grasa saturada, sal y fibra).
En función de estas proporciones, cada uno de los elementos estará acompañado de un color que indicará si una ración de un alimento tiene un contenido de calorías, azúcar, grasa, grasa saturada y sal ALTO (naranja), MEDIO (amarillo) o BAJO (verde). El color verde indica consumo libre, el amarillo consumo con moderación y el naranja anuncia atención y, por tanto, consumo con frugalidad. En cualquier caso, que un producto luzca algún "naranja" en su etiquetado no significa que ese alimento no deba consumirse.

Esa información tan sólo indica el nivel de consumo de nutrientes que hacemos a lo largo de un día, y pretende ayudar a que se realicen elecciones de consumo saludables.
ASPECTOS A TENER EN CUENTA EN LA LECTURA DEL ETIQUETADO NUTRICIONAL
Azúcares :Es importante conocer la cantidad de azúcares de los alimentos, no sólo el total de carbohidratos, con el fin de contemplar este dato si se desea seguir una dieta equilibrada, y no superar las recomendaciones. Tomar al día dos sobres de azúcar (20 gramos de azúcar), un vaso de zumo (20 gramos de azúcar) y tres galletas de chocolate (13 gramos de azúcar), suma más de la mitad del azúcar recomendada.

Grasas / Grasas saturadas: Tras el término de "aceites vegetales" o "grasas vegetales" empleados en la elaboración de numerosos productos, se pueden esconder los aceites de coco o de palma, ricos en ácidos grasos saturados. Asimismo, cada vez más alimentos -palomitas, patatas fritas, precocinados, bollería, repostería-, incluyen en su lista de ingredientes "grasas hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas", con efectos mucho más perjudiciales que las grasas saturadas para el colesterol, los triglicéridos y la salud de las arterias. Sería conveniente que el etiquetado nutricional reflejara el perfil de grasas del producto: grasas totales, saturadas, monoinsaturadas, poliinsaturadas y trans.

Fibra :La cantidad diaria orientativa de fibra es de 24 gramos.Muchos productos que dicen ser integrales o ricos en fibra, no lo son tanto como cabría esperar si se compara este dato con el de sus equivalentes normales o con productos similares de distintas marcas

fuente: revista.consumer.es/web/es/20071001/.../71890.php

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