ERASE UNA VEZ...
Una señora, humilde y trabajadora que se
llamaba Mari Cruz. Nació hace ya muchos años en Casa Pedro, y casó con un mozo
de Arrieta. Era la comadrona de Villanueva. Al tiempo enviudó y volvió a casar
con un carpintero de Villanueva, éste de Casa Arotz. Corría el año 1850 cuando
construyeron su hogar (cuentan que en 30 días, ya que los Arotz eran unos mozos
muy fuertes).
Lo levantaron al final del pueblo, en el
barrio de arriba, de donde era ella. Tuvieron cuidado de que hubiera sitio para
todo: las yeguas, el grano, el horno, la leña, el taller de carpintería... y de
que fuera resistente al frío, al agua, la nieve y al viento.
Y desde ese día y a lo largo de siglo y
medio nacieron en esa casa 10 niños, que luego fueron también carpinteros,
cocineras, ganaderos, víctimas de la guerra, emigrantes, panaderos... cinco
generaciones que cuidaron de ella, calentando sus gruesos muros de piedra y
atendiendo al ganado. Mari Cruz y Juan José, Josefa y Domingo, Ignacio y
Juanita, Mª Jose, Mikel y Tere....
La casa conserva todavía su estructura
original, aunque con los años se han llevado a cabo las reformas necesarias
para dotar a la casa de una mayor comodidad, dando a las estancias otros nuevos
usos, adaptándose a las necesidades de la familia y en los últimos años, a los
turistas, ya que casa Mari Cruz es casa rural desde 1993.
Ahora, son dos duendecillos (Ada y Noé)
y Alicia y Luismi los encargados de gestionar esa preciosa casa, soñando con
que todo el mundo que la visite disfrute tanto como ellos del contacto con la
vida del mundo rural.
Muy cerquita de la casa, está el
precioso pueblo de Villanueva, un pueblecito muy pequeño (20 habitantes de
continuo) aunque los fines de semana hay más gente (familia, cazadores,
turistas...), que está situado en la cuenca prepirenaica, entre las localidades
de Aoiz y Burguete. A 45 km de Pamplona en dirección noreste. Rodeado de
montañas (sierra de Elvete, Lalabia y Lerdenguibel) y situado a 800 mts de
altitud, por lo que su clima es de montaña, frío y con intensas lluvias.
Abundan los bosques de hayas y robles y
otras especies como el chopo, el sauce, los arces, el fresno, etc y se pueden hacer
pequeñas excursiones por sus alrededores y subir a un par de montes sin
necesidad de coger el coche.
Su agroturismo cuenta con un pequeño corral
doméstico con cabras enanas, conejos, gallinas y dos burras, además de sus
fieles perros (Pirata y Sansón) y unos
cuantos gatos.
Tienen también una pequeña
huerta-jardín, que cuidan ecológicamente, y que les aprovisiona para todo el
año. Hay un poco de todo: lechugas, tomates, cebollas, puerros, remolachas,
pepinos, berzas, acelgas, borrajas, alubias, judías verdes, pimientos,
berenjenas.además de los pequeños frutos: frambuesas, fresas, arándanos y
grosellas y algunos frutales que dan uvas, cerezas, ciruelas, manzanas.
Las aromáticas se reparten también por
todas partes y con ellas, están aprendiendo a cocinar y preparar infusiones
calentitas. También preparan mermeladas y recolectan frutos para hacer licores,
y cuando es época, recogen setas, hongos, nueces y castañas. ¡¡¡Que generosa es
la naturaleza!!!.
Como ves hay mucho para hacer en el
campo, ¿Te animas a visitarles?
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